Los seres
humanos no aprendemos nunca la lección. Y aun aprendida, actuamos como si nunca
hubiésemos escuchado hablar de esa “lección”.
Porqué
siempre nos comportamos como si nunca fuéramos a envejecer? Cierto nadie quiere
envejecer, pero es paradoxal, porque nadie quiere morir joven. Sin embargo, no hay salida.
No
quiero terminar este mes con una nota triste, pero lo que sigue, me ha tocado profundamente.
Hace días supe
de la muerte de una persona, muy mayor, que en su soledad, no quería vivir más. Muchas
veces sentí el deseo de acercarme, para tratar de borrar un poco, con mi
presencia, esos largos ratos de soledad con los que vivía. Pero
desdichadamente, hoy vivimos en un mundo (y en un país) en el que, hasta para acercarte a
alguien, aunque lo necesite, hay que estar “habilitado”. Sí, habilitado. Yo debía
ser una asistente social, o trabajar con un organismo de ayuda a las personas, que
me permita acercarme a esa persona. Porque de hacerlo por mi propia cuenta, y
que por mala casualidad, algo hubiese sucedido a esa persona, pues la primera
persona “dudosa”, podía ser yo. El solo hecho de vivir cerca no me daba el "derecho". Qué mundo tan ilógico!! Yo solo quería pasar a saludar, saber si necesitaba algo, romper un poco con esa soledad... en fin.
He oído personas
decir, “uno trabaja y trabaja para pagar la pensión de estos viejos…” o también
“esto está lleno de viejos”… para citar las frases más decibles. La verdad me
da pena oir ese tipo de frases de personas que tienen padres…
Al igual
que las modas de los hermosos vestidos de los años 40, 50 y 60 vuelven hoy día,
yo me pregunto si la “humanidad” de las personas se pondrá de moda en algún momento.
Porque me temo que la perdemos, aunque algunos luchamos por lo contrario.
De tanto
tener cerca a ciertas personas, no nos damos cuenta como han envejecido. Y como
necesitan de nuestra ayuda, de nuestra presencia. De tanto recibir, nos hemos
acostumbrado a solo eso, recibir. Y hemos olvidado dar. De tanta faena diaria
en nuestra propia vida, olvidamos lo esencial, compartir con los otros seres
VIVOS! El verdadero y amplio sentido de compartir. De tanto pedir, nos hemos olvidado que la fuente es agotable. De tanto
servirnos del pozo, no nos damos cuenta de la medida a observar para guardar “pan
para mayo y harina para abril”. De tanto vivir para nosotros mismos, nos
olvidamos que alguien vivió también solo para nosotros antes.
Cómo quiero
ser tratada cuando envejezca? Con quien quisiera compartir momentos cuando ya
no pueda correr e ir por doquier por mí misma?
Aprendí que se enseña a dar
dando! Así los que deben aprender hoy, sabrán enseñar lo mismo mañana. Alguien en algún lugar, en algun momento, se acordará de lo que
hiciste y vendrá a hacerlo contigo. Tu turno llega. Nadie quiere envejecer,
pero nadie quiere morir joven, qué paradoja, no?
Tomemos el
tiempo de vivir pequeños momentos con quienes vivieron con y por nosotros
cuando lo necesitábamos. Con quienes nos dieron su tiempo y su vitalidad.
Un poco más
de reflexión! Tratemos a nuestros niños, conscientes que mañana serán los
adultos que nos tratarán como hoy tratamos a nuestros ancianos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias // Merci.